Lo conveniente es mantener los ejemplares frondosos y realizar talas muy selectivas y en la época adecuada” / La campaña de podas comienza en noviembre
La poda puede ayudar a tratar y evitar algunos problemas determinados de los árboles en la ciudad, pero cuando se realizan de forma masiva desvirtúan la función de la masa arbórea. Así lo considera la Concejalía de Medio Ambiente que, a través de la campaña ‘Un árbol por cada tres habitantes’, pretende concienciar a la ciudadanía de que los beneficios de mantener los árboles frondosos y con buen porte en el municipio deben prevalecer sobre las podas intensivas.
“Podas sí, pero sólo las imprescindibles por motivos de seguridad, en época adecuada para cada especie y siempre minimizando al máximo el impacto sobre el árbol”. Las quejas por molestias del arbolado urbano son recurrentes. La mayor parte de los avisos al Ayuntamiento se refieren a molestias puntuales de árboles cuyas ramas interfieren en las fachadas de las viviendas y a la suciedad que algunas especies generan en las aceras. “Atendemos todos los partes y actuamos cuando es necesario, pero es importante que la ciudadanía sepa que los árboles deben desarrollarse y no convertirse en meros troncos despojados de su follaje”, indican en el departamento de Medio Ambiente.
Contra la contaminación
Un árbol grande puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año, por lo tanto son muy efectivos contra la contaminación, pues mejoran la calidad del aire y hacen de la ciudad un espacio más saludable para vivir. Son excelentes filtros para contaminantes urbanos y partículas finas. Sus copas protegen a los transeúntes del calor y de la lluvia; el follaje también disminuye la temperatura ambiente, es refugio de aves, y conecta a la población de las ciudades con una porción de naturaleza. Por tanto, las podas, salvo alguna excepción, deben ser ligeras, eliminando las ramas muertas, dañadas o enfermas. En algunos casos puede ser necesaria una reducción, aclareo o levantamiento de copa (por ejemplo en el caso de que ese árbol suponga un riesgo para el tránsito de los coches o peatones), pero no de manera drástica. Salvo en ocasiones muy puntuales, la intervención debe ser mínima. “De otra manera, reduciríamos los beneficios que ese árbol nos aporta”.
Para Alberto Beviá, concejal responsable de esta Concejalía que gestiona Esquerra Unida, “es importante ceñirnos en este asunto a lo que nos indican los especialistas. “Somos conscientes de que los árboles urbanos causan algunas molestias que en el Ayuntamiento debemos atender, pero hay suficientes evidencias científicas de que la ciudad debe mantener sus árboles frondosos y cuidarlos de la forma más natural posible”.
La campaña de podas municipal arrancará en el mes de noviembre. “En otoño e invierno actuamos en los árboles de hoja caduca que necesitan poda, ya que en esta época se encuentran en parada vegetativa; también durante los meses fríos actuamos en las palmeras, puesto que está demostrado que en invierno les ataca menos el picudo rojo”, apuntan en la Concejalía.