En los últimos días hemos vivido uno de los peores episodios de la historia reciente de nuestro país como consecuencia de una Dana que, con especial virulencia en provincia de Valencia, ha arrasado numerosos municipios, se ha llevado por delante cientos de vidas y ha dejado a miles de familias sin los recursos más imprescindibles para salir adelante.
En medio de este panorama desolador de incertidumbre y preocupación, una vez más, la ciudadanía ha dado una lección de solidaridad volcándose desde el primer momento para ayudar a todos los afectados a través, principalmente, de sus administraciones más cercanas, que son los ayuntamientos, y de las numerosas instituciones, organizaciones y asociaciones implicadas.
En San Vicente del Raspeig, los vecinos han sido los grandes protagonistas de esta marea de solidaridad que, de manera espontánea, se ha movilizado para poner su granito de arena en favor de los damnificados. Personas que han querido, desde el anonimato, donar todo aquello que han podido con total generosidad y altruismo, sin esperar nada a cambio. Muchas de ellas venían y se quedaban en el punto habilitado por el Ayuntamiento en la Ciudad Deportiva. Sin que nadie se lo pidiera, han dedicado horas y horas para ayudar en las labores de organización de las toneladas de materiales recibidos que tenían que ser clasificados, empaquetados y cargados en furgonetas y camiones, sin tiempo que perder. Esas personas han renunciado al descanso y a todos sus planes para hacer llegar la ayuda del pueblo de San Vicente lo antes posible a aquellos lugares especialmente castigados. Este trabajo se ha realizado en coordinación con la Generalitat, la Diputación de Alicante, organizaciones y cuerpos y fuerzas de seguridad y de la mano de todos los municipios que, como San Vicente, han colaborado en esta causa.
La grandeza de un pueblo se ve precisamente en estos momentos. No me ha sorprendido, pero reconozco que me ha conmovido comprobar la rápida respuesta en favor de nuestros hermanos de Valencia. San Vicente ha sabido estar a la altura cuando se ha necesitado y ha demostrado la sensibilidad y el sentido de la responsabilidad de todos: ciudadanos, asociaciones, clubes, empresas pequeñas y grandes, comercios, profesionales del transporte y trabajadores municipales de todas las áreas que se han prestado a ofrecer sus servicios allá donde sea necesario. Especial mención merecen el cuerpo de la Policía Local de San Vicente y los miembros de la Protección Civil que, desde el pasado viernes y mientras podamos seguir cooperando, seguirán trasladándose a los lugares con más necesidades para, con su preparación y entrenamiento, prestar auxilio y apoyo en las labores más urgentes. También, si nos requieren, volveremos a abrir las puertas de la Ciudad Deportiva para continuar con esta campaña solidaria que no debe parar.
Como alcalde y como sanvicentero me siento muy orgulloso y conmovido por todas las muestras de solidaridad. Unidos y sacando fuerzas de la flaqueza podremos superar las situaciones difíciles.
Gracias
Tribuna del alcalde de San Vicente del Raspeig, Pachi Pascual