La pasada semana, el Portavoz de Partido Popular en San Vicente, Óscar Lillo y la Secretaria del Área Social de la formación Local, Clara Arias, se trasladaron a Valencia, para acudir junto a representantes de ASAFAN y FANUCOVA, a la cita concertada con las Diputadas Populares en las Cortes Valencianas, Elena Bastida y Marisa Mezquita.
“El motivo de la visita fue atender a las necesidades de las asociaciones de familias con las que habíamos mantenido reunión a nivel local y nos solicitaron apoyo para trasladar sus inquietudes y propuestas al ámbito autonómico. Por ello contactamos, y fuimos recibidos por laDiputada en las Cortes Valencianas yVicesecretaria de Política Social del PPCV, Elena Bastida, y Marisa Mezquita, Diputada en las Cortes en las Áreas de Igualdad e Inclusión” señala el Portavoz Popular, Óscar Lillo.
“Este es nuestro trabajo, hacer llegar este tipo de demandas de las asociaciones y vecinos a los órganos superiores donde realmente se pueden debatir y dar solución a este tipo de cuestiones” afirma Lillo “iniciativa de la que carece el actual equipo de gobierno, con el Alcalde Jesús Villar a la cabeza, que es incapaz de defender los intereses de San Vicente a su Partido que gobierna en Valencia, reclamar las inversiones que necesita nuestra localidad y volver a posicionar en el lugar que merece a un municipio de 60.000 habitantes, que no existe para la Generalitat en los últimos años de gobierno socialista”.
Los Populares acompañaron en esta cita, a representantes de ASAFAN (Asociación Alicantina de Familias Numerosas) y FANUCOVA (Federación de Familias Numerosas de la Comunidad Valenciana), quienes plantearon sus necesidades, especialmente en lo referente a los programas creados por la Consellería de Bienestar Social de Mónica Oltra, a los que se han destinado una serie de cantidades económicas para integración, igualdad y diferentes colectivos, ante los que las familias se siente excluidas. “Se habló de recuperar un observatorio de la familia, y sobre todo de estar muy atentos a las nueva legislación pendiente de aprobación, para que no se discrimine en ella a las familias, y no solo a la familia tradicional, sino a cualquier tipo de familia. Así como que se les tenga presentes en el día a día de la actividad social, pues se sienten desplazados y olvidados en muchos casos”.