El Hospital de Día de Oncología Pediátrica del Hospital General Universitario de Alicante ha reorganizado sus circuitos de atención, con el objetivo de incrementar la seguridad de los niños y niñas durante la crisis sanitaria.
Así, el Hospital de Día se convierte cada miércoles en un área de recuperación de los pequeños que acuden a quirófano para prodecimientos que requieren sedación.
De manera habitual, los pacientes pediátricos a los que se les realizan determinadas técnicas ambulatorias, acuden en primer lugar a Hospital de Día para la realización de la analítica, pasan por quirófano e ingresan posteriormente en la planta de Pediatría durante unas horas, hasta que se pueden ir a casa.
Sin embargo, “en la situación extraordinaria provocada por la pandemia del Covid-19, decidimos acortar los circuitos, de manera que los niños son citados en Hospital de Día y, tras del procedimiento en quirófano, regresan a Hospital de Día a realizar el período postanestésico. De este modo, les atiende el mismo personal, se reducen los contactos, y se evita su ingreso y deambulación por pasillos y plantas de hospitalización”, ha apuntado la jefa de Sección de Oncología Pediátrica en funciones, la doctora María Tasso.
En este sentido, esta optimización del trabajo “ha evitado el ingreso de alrededor de cinco niños cada semana, en un momento en el que hay que extremar las precauciones y minimizar los riesgos”, ha insistido la doctora Tasso.
La nueva distribución ha sido posible transformando en espacio asistencial el área de juegos, normalmente utilizada como sala de espera, donde los voluntarios entretienen a los niños con múltiples actividades y que no está operativa debido a las restricciones de la pandemia.
El miércoles es el día reservado para procedimientos sin ingreso programados que precisan sedación en quirófano, por lo que “cada martes, cuando finaliza la consulta, se instalan camas y camillas extra en la citada área de juegos y en el espacio habitualmente ocupado por los sillones de tratamiento, reubicando estos, y gestionando igualmente con eficacia el resto de quimioterapias y/o transfusiones. Además, sólo se admite un acompañante por cada niño y, mediante mamparas, se ha conseguido respetar la distancia de seguridad al máximo”, ha explicado la supervisora de Enfermería del Servicio de Pediatría, María José Vidorreta.
De este modo, se dispone todas las semanas de entre seis y siete puestos para que los pequeños puedan hacer el período postanestésico. “La iniciativa ha sido muy bien acogida por los menores y sus padres, agilizando enormemente sus procesos y evitando el ingreso”, ha reconocido la supervisora.
“Esto no habría sido posible sin la colaboración de todo el personal de Enfermería y TCAE del Hospital de Día, que ha demostrado en esta pandemia su capacidad para asumir la asistencia de todos los niños que precisan procedimientos en quirófano, trabajando desde la excelencia profesional. Asimismo, ha sido imprescindible en esta ecuación la buena disposición y rapidez de celadores, personal del Banco de Sangre y Servicio de Farmacia, indispensables para agilizar estos procesos. Y, cómo no, de las pediatras de la Sección de Oncología Pediátrica, que están realizando una labor encomiable, tanto en Hospital de Día como en hospitalización. Por supuesto, sin olvidar al personal de limpieza, que tiene un papel primordial en esta crisis”, ha subrayado la doctora Tasso.
Los principales procedimientos ambulatorios de Oncología Pediátrica que se llevan a cabo en quirófano son punciones de médula, biopsias e inyecciones de quimioterapia intratecal. “Estas técnicas tienen lugar en un quirófano programado específicamente para ello una vez a la semana y, ante cualquier situación urgente y no demorable, se dispone de un área para realizarlas, velando por la prioridad diagnóstica y terapéutica de los niños y niñas”, ha destacado el jefe de Sección de Anestesiología, Joaquín Mateu, responsable de coordinar la actividad en el área quirúrgica pediátrica.