La emergencia climática manda y el Ayuntamiento de San Vicente va a introducir cambios en su Consejo de Medio Ambiente y Agricultura para incluir entre sus funciones la lucha contra el cambio climático.
La Concejalía de Medio Ambiente, de acuerdo con los postulados de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), comparte que el cambio climático es un problema global que, para combatirlo, debe actuarse a escala local. El crecimiento poblacional y urbanístico de las ciudades, así como su función económica y social, provocan importantes impactos ambientales en su entorno. El transporte, el consumo de recursos como agua y energía, la generación de residuos, la contaminación de las aguas o del aire, la afección a la biodiversidad, el ruido, etc., están produciendo efectos negativos sobre el medio ambiente.
La función del Consejo Municipal de Medio Ambiente y Agricultura es canalizar la participación ciudadana y de entidades relacionadas con el medio ambiente en los asuntos municipales, así como de los agricultores/as, colectivos y asociaciones relacionadas con el sector agrícola y de las organizaciones agrarias de profesionales y trabajadores. “Entre las funciones de este Consejo hemos propuesto que se incorpore la elaboración de planes y programas sobre el cambio climático como una aportación local más que contribuya a paliar este grave problema global”, ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Alberto Beviá.
Para el regidor, el Consejo Municipal, cuyos cambios se someterán a aprobación en el próximo Pleno, puede promover procesos de participación entre todas las personas involucradas que conduzcan a la definición de las mejores medidas frente al cambio climático en el ámbito local.
El concejal ha enviado a todos los grupos municipales un borrador con una serie de cambios en la normativa del Consejo de Medio Ambiente. Gran parte de ellos son de carácter técnico y buscan dotar su funcionamiento de una mayor agilidad y mejorar y ampliar los cauces de participación ciudadana en el mismo.