Una vez más estamos a 8 de marzo; pero ahora de 2021. El pasado 2020, pasado está. Espero que ya no se nos siga acusando a las mujeres de provocar una pandemia mundial por las manifestaciones de 8M. Aunque, quizás sí, habida cuenta de que todavía se considera a Eva la causante de todos los males de este mundo por morder una manzana. Lo cierto es que este año ha pasado por encima de las mujeres como una apisonadora, aplastándolo todo.
Mujeres en primera línea: sanitarias, limpiadoras en centros de Salud y Hospitales, mujeres trabajando en centros sociosanitarios, mujeres cuidadoras de mayores en sus domicilios, mujeres cuidando a sus padres y madres y a sus hijos e hijas cuando estos no tenían cole. Bueno, y también maestras y profesoras en sus casas haciendo “inventos online” para poder llegar a su alumnado, con sus propios churumbeles agarrados a sus piernas o diciendo, ¿mamá cuando jugamos? Porque estos papeles los han desarrollado mayoritariamente las mujeres; vamos, casi casi totalmente, salvo honrosas excepciones.
Y ¿cómo nos sentimos las mujeres después de todo esto? Pues regular tirando a mal. “Un estudio de Malas Madres revela que una de cada cuatro mujeres renunció durante lo que llevamos de pandemia a todo o parte de su trabajo para cuidar de menores”. Titular de elDiario.es del 16 de febrero de 2021. Por lo visto, la mayoría gastando días de vacaciones, reduciéndose la jornada o cogiendo días no renumerados. Vamos, costeando la pandemia.
Ahora vamos con el paro. Y vamos a pensar también por ejemplo en mujeres que trabajan en hostelería y restauración. Camareras, cocineras, limpiadoras en hotel, las Kelis…..mujeres que han perdido sus trabajos ya de por sí precarios y mal remunerados. Alguno que otro sin un alta en la Seguridad Social y claro, sin derecho a ERTE, ni a cobrar “el paro” ni nada de nada.
Así que, como he dicho antes, las mujeres nos sentimos regular tirando a mal. Pero no pasa nada; no podemos rendirnos porque entonces el mundo se para. Igual deberíamos hacer la prueba.
Los datos sobre Violencia de Género son bastante malos también. Cuántas mujeres aguantando el confinamiento en casa, al lado de su maltratador y sin rechistar, no sea que te caiga un buen tortazo, y que encima lo vean los niños que también están en casa. Una olla a presión.
En nuestro municipio estos datos han empeorado ostensiblemente. Según el servicio VioGen, tenemos 140 vecinas de San Vicente del Raspeig que necesitan protección porque sufren amenazas y se teme por su vida. No sólo es que teman ellas, es que nuestra Policía que las protege lo considera objetivamente así. Y esto es sólo la punta del iceberg de la Violencia machista. Además, a todo esto, el otro día unos energúmenos boicoteando una charla de apoyo a estas mujeres; y a todas las mujeres.
Y así vamos, de marzo 2020 a marzo 2021. Para colmo este 8M se presenta movidito. Este 8M 2021 es el año del feminismo radical, es decir, el que va a la raíz del asunto. Y la raíz del asunto no es ni más ni menos, la existencia de una sociedad patriarcal, que oprime a las mujeres por su sexo y las encasilla en roles y estereotipos de género. Eso es lo que no queremos. Pues con todo esto, compañeras, adelante: A POR UN AÑO MÁS.
María Jesús Moreno
Secretaría de Igualdad y Movimientos Sociales
PSPV-PSOE San Vicente del Raspeig