Día Internacional de la Mujer. Momento para conmemorar y celebrar los logros conseguidos por nuestras antecesoras para alcanzar la igualdad en cuanto a derechos y obligaciones en el ámbito económico, laboral y social.
Un homenaje a las mujeres del ayer que, con muchos sacrificios personales, obtuvieron los grandes avances en este sentido que todas disfrutamos a día de hoy. Logros que deben servirnos de referencia, tanto a mujeres como a hombres, para conseguir lo que todos deseamos, vivir en una sociedad de bienestar, donde se valore a las personas por el hecho de serlo, con sus diferentes capacidades para desempeñar o ejercer unos u otros trabajos pero en igualdad de condiciones, y con la máxima de ser simplemente una persona, sin distinción de género, raza, condición social, etc.
Mujeres que nos han servido y sirven de referencia, que nos han hecho ser quienes somos. Madres, abuelas, hermanas, tías, profesoras, jefas, profesionales o dedicadas en exclusiva a sus familias, o quizás, todo a su vez. Porque si existe una cualidad innata en el hecho de ser mujer, es la capacidad de llevarlo todo adelante.
Empleemos esa fortaleza, ese espíritu luchador que nos incapacita para decir “no puedo”, en educar nuestros hijos y nietos, en definitiva a esas mujeres y hombres del mañana, en una sociedad libre e igualitaria en cuanto a derechos y obligaciones sociales y laborales. Que no tengan la necesidad de seguir diferenciando entre hombre y mujer en ciertos aspectos de nuestras vidas, que sea un hecho normalizado el pensar simplemente en personas.
Pero ello pasa por dar ejemplo a día de hoy, y no crear más controversias, sino enfocarnos en caminar todos en un mismo sentido con el compromiso, de unas y otros, para lograrlo.
Gracias a todas las #mujeresinfinitas de San Vicente, por ser simplemente quienes sois.