El pleno da luz verde a un texto en el que se multará con sanciones desde 300 euros a quien tire las heces al contenedor gris fuera del horario de 20 a 23 horas
El equipo de gobierno de PP y Vox ha tumbado una veintena de propuestas de la oposición para la normativa de convivencia animal de San Vicente y ha aprobado un texto definitivo que prohíbe la entrada de mascotas a edificios municipales. Por ello, el grupo municipal socialista ha querido mostrar su “más profundo y descontento” con la edil ‘popular’, Mercedes Torregrosa, y la técnico del área, puesto que entre las explicaciones que han dado, destaca que sí se permite que una persona venga con un perro al Ayuntamiento, también lo podría hacer alguien que tenga como mascota a una vaca o una víbora. Un argumento grotesco para los socialistas puesto.
Tanto PSOE como Esquerra Unida-Podem habían presentado una veintena de enmiendas al documento original, de las cuales la mayoría han sido descartadas por el equipo de gobierno. De esta forma, cuando la normativa entre en vigor, cualquier persona podrá denunciar a un vecino si la mascota con sus ladridos, maullidos o sonidos les molesta, no estará permitida la entrada de estas a edificios municipales y los vecinos que echen las heces al contenedor gris fuera del horario de 20 a 23 horas se exponen a una posible multa que partiría de los 300 euros.
Al respecto, el concejal del PSOE, Bruno Radermecker, ha vuelto a señalar a los ‘populares’ por protagonizar un ejemplo “clamoroso” de falta de consenso para sacar normativas que repercuten a muchos vecinos y vecinas. “Se trata de una normativa que pretende garantizar y maximizar los derechos de los animales mejorando su convivencia en sociedad, y con este texto definitivo, se dificulta la tenencia de animales en nuestro municipio”, sostiene el edil.
“Existe una doble falta de sensibilidad por parte de PP y Vox: primero hacia los dueños de los animales, que con esta ordenanza van a tener que pasear a sus animales y también sus heces embolsadas de vuelta a casa para depositarlas en su basura. Además de que se obliga a los padres y madres de niños y niñas a pasear los pañales de vuelta a casa siempre que estén fuera de las 20 a 23 horas”, argumenta.
Entre las ideas que se han trasladado a la concejalía, se encuentra la instalación de papeleras específicas para heces de animales, pero “al equipo de gobierno no les ha parecido una buena idea”, lamenta Bruno Radermecker. Igualmente, el edil ha indicado que los dueños de los animales podrán ser sancionados porque estos emitan sus sonidos característicos (a saber: maullidos, ladridos, ronquidos…). “Lamentablemente tampoco aceptan nuestra propuesta para que se establezca una cota en decibelios con unas franjas horarias, que se establezca un hecho objetivo y cuantificable”, agrega.
Por su parte, la concejala de Esquerra Unida-Podem, Natalia Jerez, critica que el equipo de gobierno “no haya aceptado ninguna modificación, acogiéndose a los mínimos que marca la ley”. “Creíamos que era un buen momento para introducir mejoras y ampliar esos mínimos, como han realizado muchos municipios”, agrega. Del mismo modo, lamenta que San Vicente siga “a la cola” de ciertos temas, como en el caso de las colonias felinas.
PERROS, VACAS Y VÍBORAS
En la misma línea, ha calificado de “falacia” el argumento defendido por la concejala del PP para justificar que no se dejen entrar mascotas a los edificios públicos. “En lugar de ordenar la entrada, limitando el tamaño o la forma de entrada (como por ejemplo con transportín o en los brazos de sus dueños), se ha preferido prohibir la entrada con este rimbombante argumento: existe en la ley estatal la posibilidad de declarar a un animal de producción, como por ejemplo una vaca, como animal de compañía y que claro, que no podrían excluir la entrada de estos animales y ello podría causar una situación de riesgo para los trabajadores municipales”.
Asimismo, el edil recalca que Mercedes Torregrosa “terminó de arreglar” esta situación señalando en el debate plenario que hay personas que tienen animales exóticos, como podría ser una víbora, de mascotas. Por lo que no se puede abrir la posibilidad a que alguien entre en un edificio municipal con una serpiente como animal de compañía.
Para finalizar, el concejal ha incidido en que Mercedes Torregrosa “no ha buscado el consenso con nosotros en ningún momento”. “Se ha limitado a una charla con la técnica redactora de 3 horas previa al pleno pasado, de la que horas después de acabar el encuentro ya transcendió que no iba a aceptar ninguna de nuestras propuestas. Para más ‘inri’, ni aparecieron por la comisión informativa”, zanja.