En el Ayuntamiento de Sant Vicent del Raspeig, estamos viviendo acontecimientos políticos propios de charanga y pandereta, con mucha fotografía, pero poca gestión. En definitiva, postureo.
En pocas semanas hemos asistido a dos ejemplos muy esclarecedores, hemos podido constatar el fiasco de los nuevos BONOS Raspeig, que, por culpa de sus cambios de criterio, han limitado la libertad del cliente de comprar donde quiera y la del comerciante acotando sus ventas.
Y, por otra parte, presentan la campaña “Días de Amor” para San Valentín, un día después, el quince. En fin…
Los comercios de Sant Vicent, merecen un respeto y una dedicación, conceptos que no están recibiendo por parte de los políticos que ahora tienen la competencia en esta materia.
A VOX, grupo municipal responsable del área de Comercio, como le pican las críticas sale a rascarse, y son capaces de afirmar que durante los últimos años se ha condenado al comercio local al ostracismo, es una opinión sin fundamento, motivada, sin duda, por la rabieta de no estar haciendo las cosas bien.
Un par de datos para que no nos dejemos llevar por las especulaciones
Cinco millones de euros en subvenciones durante los tres últimos años de gobierno municipal de izquierdas tramitó el Ayuntamiento para ayudar el tejido productivo de la ciudad. Nunca antes se había invertido tanto en aliviar la situación económica de comerciantes, autónomos y pequeñas y medianas empresas. Las ayudas llegaron a más de 3.700 comercios y empresas y beneficiaron a cerca de 20.000 usuarios de los bonos consumo. El esfuerzo y la implicación del personal del Departamento de Comercio fue encomiable.
El segundo dato es que San Vicente cerró el año 2022 con 3.732 empresas inscritas en la Seguridad Social. Son 44 más de las que había en 2019 y 105 más de las registradas en 2018, años anteriores a la pandemia. De esta forma, gracias al dinamismo empresarial de la ciudad, San Vicente remontó el cierre de 61 mercantiles durante 2021, el año más duro de la crisis sanitaria.
Y, por supuesto, que todo es mejorable, pero hay que creérselo e ir a por ello. Hay mucho trabajo por hacer, y espero que, por el bien del tejido productivo local, se mejoren las expectativas actuales.
Alberto Beviá Orts, exconcejal de Comercio y representante de Esquerra Unida en el Grupo Municipal EU-UP