Francisco Martínez López, conocido como Quico, es uno de los últimos supervivientes de la guerrilla antifranquista, de la que formó parte durante su juventud en el movimiento que actuó en León-Galicia. Nació en el Bierzo el 1 de octubre de 1925, en una familia republicana de campesinos y de mineros implicada en la red de enlaces del movimiento guerrillero de León y Galicia.
Quico presenta este viernes en San Vicente su libro Caminos de Resistencia en la Sala de Exposiciones de los bajos del Ayuntamiento, a partir de las 19.00 horas, en un acto organizado por Esquerra Unida Raspeig y el PCPV. Será presentado por la licenciada en Historia Raquel Rodríguez, concejala de Cultura y Memoria Histórica, y contará con la presencia de Odette Martínez y Andreu García.
En su labor de transmisión de la memoria antifascista, Francisco Martínez López multiplica los encuentros en institutos, colegios, universidades, casas de la cultura y colectivos asociativos locales. En Alicante, donde vive, contribuye a colectas y grabaciones de testimonios sobre la guerrilla y sobre las detenciones en los campos de concentración y cárceles. Su actividad sigue centrándose en la lucha contra la desaparición de las referencias a la resistencia al franquismo.
La “Fui tan guerrillero antes de coger las armas como después. Alguien que colabora con un movimiento armado está más en peligro cuando no lo hace con la fuerza, porque no se puede defender”, reflexiona Francisco, que denuncia que su familia fue torturada: sus padres, sus hermanos, y hermanas, así como otras muchas familias víctimas de la represión fascista: “Todo eso era violencia continuada de un régimen contra su pueblo para reprimir un movimiento por la libertad, por la República”.
Ahora, Quico aspira “a las causas que me han motivado desde niño a una sociedad libre, fraterna e igualitaria” y exige que el Estado judicialice los crímenes de cometidos en la Guerra Civil y en la dictadura franquista: “A mí me consta que en los archivos soy un terrorista. No me molesta porque es un vocabulario fascista, es lo que me llamó el franquismo. Pero las decenas de miles de personas que han sido asesinadas merecen que se les rehabilite, que se reconozca que eran personas dignas”, reclama. “Para reconocer que eran personas dignas y que hubo asesinatos de lesa humanidad hay que repudiar y condenar el franquismo. Y por eso es la judicialización que exigimos desde el movimiento asociativo. No solamente es humano, son las bases de una cultura democrática”, explica Francisco.