- Hasta 80 personas podrán beneficiarse cada año de estos aparatos que activan los nervios y músculos paralizados o débiles y acortan el tiempo de recuperación
- Sólo el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, el Hospital Universitario de Navarra y el Hospital Guttmann de Barcelona cuentan con esta tecnología
El hospital de atención a pacientes crónicos y larga estancia (HACLE) de San Vicente del Raspeig está empleando tecnología pionera para la rehabilitación de pacientes con daño cerebral. Se trata de dos aparatos de electroestimulación funcional por control remoto que utilizan la corriente eléctrica para activar los nervios y los músculos paralizados o débiles con el objetivo de producir movimiento, tanto en miembros inferiores como superiores. Entre 75 y 80 personas podrán beneficiarse de esta tecnología cada año.
El sistema, pionero en la Comunitat Valenciana, sólo se emplea en otros tres hospitales de España: el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, el Hospital Universitario de Navarra y el Hospital Guttmann de Barcelona.
Para poder introducirlo en los procesos de rehabilitación del hospital de San Vicente del Raspeig, han recibido formación tres terapeutas ocupacionales, diez fisioterapeutas y dos supervisores que forman parte de los equipos multidisplinares que atienden a este tipo de pacientes y en los que también trabajan especialistas en Neurología, Medicina Interna, Neuropsicología, Logopedia y Trabajo Social, así como técnicos auxiliares de Enfermería y celadores.
En esencia, el dispositivo estimula con corrientes eléctricas los músculos, bien del antebrazo bien de la pierna, para proporcionar la flexión y extensión necesarias para generar movimiento en mano o dedos, o para poder caminar.
Los dispositivos están compuestos por un brazalete textil, un electrodo y un electroestimulador que se controla de forma remota, vía software, desde un móvil o tablet.
Su singularidad estriba en que posibilitan varios movimientos combinables entre sí y se colocan de forma cómoda y rápida. El nuevo equipamiento permite, entre otras cosas, fortalecer el músculo o prevenir atrofias, mejorar el patrón funcional del movimiento y reestablecer conexiones en la corteza cerebral.
“Esta técnica es complementaria a otras terapias clásicas que se usan en el tratamiento del daño cerebral y esperamos que contribuyan a acelerar la recuperación funcional de nuestros pacientes para acortar la duración de la rehabilitación hospitalaria”, comenta la directora del hospital de San Vicente del Raspeig, Mª Ángeles Rueda.
De esta forma, añade Rueda, “la persona podrá retomar su vida antes y con la mayor calidad posible y, a partir de ese momento, seguirá con la rehabilitación domiciliaria ambulatoria”.