La concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig ha solicitado la colaboración del departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Alicante (UA) para la medición del estado de la calidad del aire en el municipio. Esta actuación es complementaria a la Red de Control Ambiental para la monitorización de la calidad del aire, con tres estaciones distribuidas en el casco urbano, que ha puesto en marcha la concejalía.
La colaboración con la UA ya ha comenzado con la realización de una campaña de medición mediante la instalación de unos dosímetros en diversos puntos de la ciudad. Estos sensores permitirán tomar las muestras necesarias para analizar la calidad del aire y obtener unos datos que la Concejalía podrá comparar y cotejar con la información procedente de las mediciones que ya lleva a cabo el Ayuntamiento sobre gases contaminantes y partículas en suspensión. Dicha colaboración pretende completarse con un acuerdo para la realización del seguimiento y supervisión de los datos de calidad del aire del municipio.
“Se trata de una medida complementaria de mucha utilidad que nos permitirá disponer de un diagnóstico preciso y conocer la situación ambiental de partida a la hora de adoptar medidas que mejoren la calidad del aire en San Vicente”, ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Alberto Beviá, de Esquerra unida, quien ha agradecido al departamento de Ingeniería Química de la UA su colaboración en este proyecto.
La Concejalía indica que el acceso a la información ambiental por parte de la ciudadanía es un derecho regulado por compromisos internacionales, comunitarios y estatales. “La disponibilidad de la información de la calidad ambiental del municipio de manera fácil y accesible a la ciudadanía representa un ejercicio obligatorio de transparencia y una invitación a la participación ciudadana en la toma de decisiones”.
Medio Ambiente recuerda que esta iniciativa es complementaria a otras medidas para conocer el estado de la calidad ambiental de la ciudad, así como otras, ya en marcha, para determinar la procedencia de los olores ocasionales en algunas zonas de la ciudad, como la contratación de un estudio olfatométrico y la instalación temporal, por parte de la Administración Autonómica, de una unidad móvil de la Red de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica. “El análisis de la calidad del aire no determinará de manera directa si la percepción de olores es objetiva y en su caso, cuál es el foco de origen de dichas emisiones, pero facilitará información del estado general de la calidad del aire y, si se detectan anomalías de algún tipo, podría facilitar la tarea de resolución del problema referido”