Esta es la conclusión del Partido Popular sobre los 6 años al frente del gobierno municipal del alcalde socialista , Jesús Villar, que se traduce en la actual imagen de dejadez de la ciudad y la pésima gestión municipal, tanto interna como externa, que ha frenado la trayectoria ascendente de la localidad en los años previos a 2015.
“En 6 años, Villar parece que se haya preocupado únicamente de promocionar su imagen de alcalde, pero no de ejercer como tal” señala el portavoz Popular Óscar Lillo “es curioso el balance, en cuanto a la gran cantidad de cambios de concejales, de socios, de competencias, y asesores que han pasado por su Equipo de Gobierno en este periodo de tiempo”.
Los Populares ya han manifestado en más de una ocasión la actual situación de “desgobierno” que padece el municipio de San Vicente del Raspeig. “Villar ha estado gobernando por inercia, con una nula planificación y una nefasta gestión, sin tomar decisiones y, a menudo, dando la sensación de ir tapando todas las vías de agua que se le presentan pero esa situación ya no es sostenible por más tiempo y las consecuencias son muy evidentes. A la vista están por las quejas que recibimos de nuestros vecinos” explica Lillo “y de alguna forma es entendible, pues es difícil poder gobernar una localidad de 60.000 habitante como la nuestra, cuando no eres capaz de dirigir ni a tus compañeros de partido, ni a tus socios de gobierno”.
“Son varias las dimisiones de concejales socialistas en este período, también ha habido continuos cambios en el personal del gabinete de alcaldía y del de prensa” prosigue el portavoz “cambios continuos en la designación de competencia entre los concejales en el gobierno, han habido seis concejales distintos al frente del departamento de Recursos Humanos, y finalmente, ante el desistimiento del último, ha sido el propio alcalde el que ha tenido que asumir esa concejalía, sin ser ésta tampoco la solución por lo que está demostrando. Diversos también los que han pasado por las concejalías de Presidencia, Policía y Seguridad Ciudadana, Educación o Servicios Sociales por poner otros ejemplos” a lo que añade “en definitiva da la sensación de que el nexo de unión entre todos estos cambios, ceses, dimisiones, etc., es uno y es la persona que debe dirigir y liderar, y este caso es el Alcalde al cual observamos ejercer absolutamente a merced de la inercia”.
“Los últimos acontecimientos en este sentido, han sido de lo más llamativo, con manifestación incluida del personal municipal, por la actitud y los insultos en grupos de whatsapps sobre trabajadores que acabó en dimisiones, desavenencias internas del propio grupo socialista y concejales llamados por la Fiscalía en calidad de investigados, a los que curiosamente sigue el alcalde manteniéndoles las competencias” aclara el portavoz “cuestiones éstas por las que el alcalde es capaz de pedir que dejen las competencias el día de la manifestación, y minutos después hablar de una especie de “perdón” o incluso justificarse ahora apelando a la presunción de inocencia cuando mantiene a concejales llamados por fiscalía”
El descontento de los trabajadores es muy palpable en el día a día municipal y se traduce en solicitudes de funcionarios que han pedido y piden traslado a otras localidades para poder desarrollar su trabajo, o personal en comisión de servicio que solicita volver a su ayuntamiento de origen. Todo ello contribuye a agravar el problema ya existente de personal por la falta de convocatoria para cubrir las plazas necesarias. Ante una absoluta falta de planificación de RRHH, ahora a cargo de Villar, y de no convocar ninguna de las plazas vacantes, siendo el caso más flagrante el de la Policía Local donde faltan medios y hay turnos que no cubren el mínimo. El Ayuntamiento de San Vicente está acudiendo a las bolsas de trabajadores de otros municipios, “pero a tenor de los resultados no es la solución, pues no se han cubierto ni la mitad de las plazas que pretendía el Alcalde” se lamenta Lillo “y la consecuencia final son contratos de servicios que caducan y se prorrogan de forma forzosa, subvenciones que se pierden, se rechazan o simplemente no se piden, instalaciones que no pueden utilizarse por falta de ordenanzas como las viviendas sociales o las electrolineras. También en la falta de proyectos para llevar a cabo, en resumen en la parálisis de San Vicente, y la imagen de dejadez y suciedad que reflejan nuestras calles”
Como conclusión, para los Populares, “Villar ha demostrado su incapacidad para tomar decisiones en momentos sumamente importantes en los que se requerían, no ha sabido reclamar las inversiones que necesita nuestra localidad a sus compañeros de partido en el gobierno de la Generalitat Valenciana, permitiendo el ninguneo al que se ve sometido San Vicente. En infraestructuras, en inversiones en proyectos o en información, porque esa falta de relación con Valencia, repercute en la fluidez de comunicación que hace que en San Vicente nos tengamos que enterar de situaciones importantes para la localidad por la prensa, como el reciente toque de queda o de la ampliación del TRAM hasta el hospital ” para termina Lillo pide al Alcalde “ que si no sabe gobernar, no quiere o no le dejan, lo mejor que puede hacer por sus vecinos es marcharse”.