Subvenciones para la contratación de personas desempleadas, para financiar programas de servicios sociales, para la formación de personas adultas, para ayudar a los sectores productivos por la pandemia, para la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos; ayudas para la prevención de las drogodependencias, para apoyar al comercio, para actividades deportivas y en materia de juventud. El listado alcanza la treintena de actuaciones por un importe que supera los cuatro millones de euros.
Todas ellas con dinero que el Ayuntamiento ha logrado de otras administraciones. Más de 4 millones de euros en 2020. Una de las más cuantiosas roza el millón de euros y proviene de la Conselleria de Igualdad y Políticas Sociales. Con ese dinero el Ayuntamiento financia los gastos derivados del funcionamiento de los centros y los programas de servicios sociales.
Otra de las ayudas de mayor cuantía viene de la Diputación de Alicante, a través del Plan de Cooperación de Obras: casi un millón de euros para mejoras en el barrio de El Tubo, para la calle Velázquez y para la accesibilidad de edificios municipales. En algunos casos, como en éste último, la inversión es compartida con dinero de otra administración y del Ayuntamiento.
La Generalitat Valenciana es, con diferencia, la Administración que más subvenciona proyectos en el municipio. Prácticamente todas las consellerias financian actuaciones para la ciudad. Otra suma de dinero llega de la Diputación Provincial y, en menor medida, del Estado.
El equipo de gobierno, formado por PSOE y Esquerra Unida, asegura que el Ayuntamiento es realista y opta a las subvenciones que puede asumir y tramitar. “Nos gustaría acceder a más ayudas, pero para ello San Vicente debería tener una plantilla municipal que fuera proporcionada a las necesidades de una población de casi 60.000 habitantes y pudiera tramitar más expedientes que, en la mayoría de casos, son complejos y muy laboriosos”. “El esfuerzo que hacen los técnicos de las distintas concejalías para llegar en plazos a las subvenciones que tenemos es de resaltar, de ahí que seamos realistas y no pidamos por pedir”.
Entre otras, se han gestionado subvenciones en materia de vivienda para atender situaciones de especial vulnerabilidad; otras para ayudar a pequeñas empresas a paliar los efectos de la pandemia, para la contratación de personas jóvenes del desempleo y para llevar a cabo acciones de lucha a nivel local contra el cambio climático.