El movimiento #NoMoreMatildas, respaldado por importantes escritoras, científicas, instituciones y medios de comunicación, denuncia un fenómeno que priva a la sociedad de referentes femeninos en la ciencia
Es probable que, si Einstein hubiese nacido mujer, su apellido apenas nos sonara hoy. Y es que los méritos de sus descubrimientos se los habría llevado algún compañero de investigación o incluso su marido. Este fenómeno, que se conoce como Efecto Matilda, señala la injusticia que ha relegado al olvido, de forma sistemática, los hallazgos de brillantes científicas como Nettie Stevens, Lise Meitner, Marietta Blau o Rosalind Franklin, entre muchas otras.
#NoMoreMatildas, una iniciativa impulsada por la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) con el apoyo de la Oficina del Parlamento Europeo en España, es una idea de Gettingbetter Creative Studio, con la colaboración de Dos Passos Agencia Literaria y Comunicación y producción de Kamestudio, para dar a conocer el Efecto Matilda y recuperar el protagonismo de esas científicas que nunca debieron ser invisibles.
Con esta idea, AMIT tiene como objetivo conseguir una mayor presencia de científicas en los libros de texto escolares, tanto en Primaria como en la ESO y Bachillerato, desde la convicción de que, como referentes, estas mujeres serán un estímulo para despertar en las niñas una vocación científica y contrarrestar los estereotipos que desde edades tempranas anidan en sus mentes y les dicen que ellas son menos inteligentes y dotadas para las ciencias que los chicos.
#NoMoreMatildas nos invita a imaginar, a través de tres cuentos, cómo hubiera sido la vida de Albert Einstein, Alexander Fleming y Erwin Schrödinger en caso de haber sido mujeres. Las escritoras y periodistas Ángeles Caso y Carme Chaparro, y la catedrática de Química Inorgánica y presidenta de AMIT-Andalucía, Adela Muñoz Páez, firman los prólogos de los tomos, que cuentan con textos de Nöel Lang e ilustraciones de Rodrigo García Llorca.
Los cuentos no están a la venta, pero podrán descargarse en la web www.nomorematildas.com.
Información complementaria y algunos datos de interés:
- La historiadora de la ciencia Margaret W. Rossiter puso nombre al Efecto Matilda en honor a Matilda Joslyn Gage, activista de los derechos de las mujeres.
- Diferentes estudios de la Universidad de Valencia y la Complutense revelan apenas un 7,6% de referentes femeninos en libros de texto de la ESO respecto a sus homólogos varones y un 12% en las citas de trabajos académicos.
- El porcentaje de mujeres en carreras científicas es inferior al 50% (28,5% según la Unesco) pero más preocupante aún es el descenso en áreas clave para el desarrollo tecnológico de la sociedad, como la ingeniería informática, en la cual en España las mujeres representaban más de un 30% del alumnado en los años ochenta y hoy apenas llegan al 12%, y las matemáticas, grado en el que desde el año 2000 en el que las mujeres representaron más del 60% del alumnado, su presencia no ha dejado de disminuir siendo del 37% en 2018.
- AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas) es una asociación no gubernamental que pretende ser voz, foro de discusión y red de apoyo a todas las investigadoras y universitarias concienciadas en trabajar juntas para lograr la plena participación de las mujeres en la investigación, la ciencia y la tecnología.