Olcina imparte mañana esta videoconferencia y presentará algunos datos sobre la relación entre pandemia y aspectos atmosféricos y ambientales, para explicar el desigual reparto de afectados
El catedrático asegura que no comparte la reflexión defendida por algunos estos días según la cual la salida de esta pandemia nos aboca a un mundo mejor, sin los errores del pasado y afirma que «Nuestro modelo de sociedad no contempla otro horizonte. No está preparado. Y seguimos sin recambio posible a corto plazo»
El catedrático de análisis geográfico regional de la UA y director de la Sede Ciudad de Alicante, Jorge Olcina, protagoniza una nueva sesión del Aula de la Ciencia y la Tecnología de la Sede, con la videoconferencia «Enseñanzas ambientales de la pandemia: luces y sombras», mañana martes 2 de junio a las 19 horas (https://web.ua.es/seus/online). Salvador Ordóñez Delgado, catedrático de Petrología y Geoquímica, y exrector de la UA, presentará al conferenciante.
Olcina asegura que la pandemia que estamos viviendo hay que estudiarla en términos de análisis de «riesgo» para poderla comprender en su integridad. En ese sentido, es un peligro biológico originado por el ser humano, que ha encontrado un grupo de elevada vulnerabilidad (personas mayores de 65 años) y un área de afección principal en las latitudes medias del hemisferio norte, que coincide con lugares de alta contaminación ambiental. La conferencia abordará el dilema existente entre la atención a «lo inmediato», es decir, lo provocado por la pandemia y la necesidad de no descuidar «lo próximo», es decir, las políticas de sostenibilidad ambiental y territorial condicionadas por el problema del cambio climático, afirma Jorge Olcina. El conferenciante presentará algunos datos sobre la relación entre pandemia y los aspectos atmosféricos y ambientales, para explicar el desigual reparto de afectados.
Contemplando los mapas sobre la expansión del coronavirus, desde que se detectó el primer brote en Wuhan (China) hasta el momento actual, se percibe que este virus se ha transmitido por la acción humana, no por el movimiento del aire en la atmósfera. Tampoco hay una explicación climática que sea concluyente para explicar la mayor expansión del virus en unos países respecto a otros. Si el tiempo atmosférico ha influido en la expansión del virus ha sido por el calor, detalla Olcina, y el calor anormal de febrero y de comienzos de marzo es clave para entender lo que ha pasado. Pero siempre como argumento complementario, añade Jorge Olcina, ya que lo principal ha sido la acción humana. viajes, desplazamientos, vida social, calles y plazas repletas, actividades multitudinarias en aquellas fechas. Ahí está la clave. Jorge Olcina detalla que el efecto del contagio cuenta con otra explicación principal para entender el mapa de los fallecimientos: la diversa distribución en el territorio del grupo de edad de personas mayores. Durante el encierro se ha producido una momentánea mejora de la calidad del aire y del agua, pero también un nuevo record de presencia de CO2 en la atmósfera terrestre a nivel mundial. Y hemos asistido, por necesidad, al uso de derivados del petróleo de forma masiva en guantes, pantallas de protección, bolsas de basura. Y en la fase que ahora comienza, «la mal llamada desescalada», se apuesta por el vehículo particular como medio más seguro para evitar los contagios. «Llevamos años reclamando el necesario cambio de modelo económico, la necesidad de ser creativos y eficaces en el proceso de adaptación al cambio climático. En 2020 estamos casi igual», declara el catedrático y añade que «Me sorprende la reflexión defendida por algunos estos días según la cual la salida de esta pandemia nos aboca a un mundo mejor, sin los errores del pasado. En efecto, nada será igual, será peor. No estamos preparados para ningún cambio salvo para los que nos imponen por ley. Volverá la contaminación, las emisiones masivas, la transformación intensa del territorio, la despreocupación general por el medio ambiente. Nuestro modelo de sociedad no contempla otro horizonte. No está preparado. Y seguimos sin recambio posible a corto plazo».
Jorge Olcina Cantos
Catedrático de Análisis Geográfico Regional y responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. Ha orientado su investigación hacia las temáticas de riesgos naturales, climatología y ordenación del territorio. Es miembro de consejos de redacción de diversas revistas de temática geográfica y ambiental (Estudios Geográficos, Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, Cuadernos Geográficos de la Universidad de Granada, Ciudad y Territorio-Estudios Territoriales, Documents de Anàlisi Geografica, Pirineos). Ha sido evaluador del 5º y, en la actualidad, del 6º informe de cambio climático del IPCC.
Es autor o coautor de numerosas publicaciones (artículos, capítulos de libro y monografías). Ha participado en diversos proyectos de investigación sobre temática geográfica e histórica desarrollados en la Universidad de Alicante. Ponente en el Año Internacional del Planeta Tierra (2008), declarado por la UNESCO.
Es Investigador Principal del Grupo de investigación competitivo de la Universidad de Alicante en «Clima y Ordenación del Territorio», desde 2002; y forma parte del equipo de investigación de los Grupos de investigación competitivos de la Universidad de Alicante en «Historia y Clima» y «Agua y Territorio» .Su labor docente se inicia en 1991 en el Departamento de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, impartiendo docencia en materias de las áreas de conocimiento de Análisis Geográfico Regional y de Geografía Física. Ha sido Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante entre 2009 y 2013. Coordinador Académico del Programa de Doctorado de la Facultad de Filosofía y Letras (2014-2016). Presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), desde noviembre de 2017.