El Pleno Municipal ordinario celebrado esta tarde ha aprobado que una plaza de San Vicente se denomine Ana Orantes. Esta mujer fue asesinada por su ex marido 13 días después de que denunciara en un programa de televisión el maltrato que padeció durante 40 años de matrimonio.
Con el acuerdo plenario de esta tarde se da cumplimiento a una moción conjunta de Sí se Puede, Guanyar, PSOE y Compromís aprobada en el Pleno ordinario de 27 de febrero de 2019. En aquella sesión se acordó trasladar la propuesta al Consejo de Cultura del Ayuntamiento para que este organismo estudiara la asignación de una calle, avenida o plaza de San Vicente del Raspeig con el nombre de Ana Orantes.
“Esta tarde damos cumplimiento a parte de aquella moción con el acuerdo de denominar la plaza con zona infantil ubicada en la Avenida Primero de Mayo con el nombre de Ana Orantes. Una propuesta que se trató en el Consell de Cultura, celebrado el pasado 9 de marzo de 2020, y que fue aprobada por sus integrantes”, ha dicho en el Pleno la concejala de Cultura, Raquel Rodríguez (Esquerra Unida).
A su entender, con la aprobación de esta propuesta “no solo damos cumplimiento a una moción sino que también visibilizamos que la violencia machista sigue siendo una lacra social que refleja la desigualdad estructural que sufrimos las mujeres. San Vicente del Raspeig homenajea con el nombre de esta plaza, a todas las heroínas que dan un paso adelante denunciando la violencia en la que vive, igual que en su día hizo Ana Orantes, así como un homenaje a todas las supervivientes. Hoy, San Vicente con este gesto rechaza nuevamente la violencia machista y demuestra que no tiene cabida en nuestra sociedad”.
Ana Orantes denunció en una televisión pública cómo su marido la había maltratado física y psicológicamente durante 40 años de matrimonio, un 4 de diciembre de 1997, hace ya 23 años. Tan solo 13 días después, su ya exmarido, José Parejo, la asesinó, delante de su sobrina de doce años. Décadas de maltrato y vejaciones culminaban con un feminicidio justo después de que ella dijese públicamente que él era un maltratador.
Ana Orantes, con su valentía, puso palabras a lo que muchísimas mujeres sufrían (y sufren) en la intimidad del hogar o de la relación sentimental. Su asesinato puso de manifiesto la realidad y la verdad del relato expuesto públicamente días antes, y en él se reflejó la situación de muchas mujeres que empezaron a romper el silencio. Ana Orantes, es símbolo de lucha contra la violencia machista.